(Baal, Moloc, Quemos, Asera, etc.). Cualquier deidad rival (es decir, que no sea Yahveh) que se adoraba en la antigüedad se consideraba un poder maligno en la cosmovisión bíblica. Eventualmente encontraremos la explicación del Antiguo Testamento para la aparición de estos dioses rivales. Para nuestro estudio del vocabulario no es necesario hacer un perfil de las deidades individuales. Tampoco haremos un perfil de las deidades específicas cuyas líneas de historia mítica son dibujadas por los escritores
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